23 / 07 / 2020
El 66% de los hogares de Chile presentan problemas de Eficiencia Energética y más de 1.800.000 personas no tienen acceso a sistemas de Agua Caliente Sanitaria.
Con el fin de actuar en conjunto desde la ciudadanía, el empresariado, las fundaciones, ONG’S, y el gobierno, el Programa de Inclusión Energética, presentó el “Desafío de Inclusión Energética”, una iniciativa que busca cubrir necesidades fundamentales y básicas, como lo es el acceso a la energía.
La pobreza energética, afecta de manera grave la calidad de vida de las personas y, lamentablemente, se ha incrementado durante la crisis sanitaria que estamos viviendo. Así lo ratifica Rubén Méndez, uno de los fundadores de EGEA ONG y trabajador de EBP Chile: “En el marco de la pandemia, nuestra relación con la energía se volvió más íntima, porque, de cierta manera, estamos más tiempo en el hogar, gastamos más energía, y, al mismo tiempo, las familias más vulnerables, están más expuestas a los impactos de la pobreza energética”.
Para enfrentar esta problemática y reducir la condición de pobreza energética, el “Desafío de Inclusión Energética” está recibiendo potenciales proyectos que podrán ganar $ 3.000.000 para implementar las soluciones propuestas. Para postular los proyectos se debe seguir las bases que están en www.inclusionenergetica.com y rellenar el formulario que tiene un plazo hasta el 08 de agosto del 2020 a las 23:59 horas.
El alto costo de la energía, la baja comodidad térmica, la falta de acceso y conocimiento a las Energías Renovables, los riesgos de incendios y electrocución, y, el aumento de enfermedades respiratorias, son parte de las problemáticas que deben abordar los proyectos que postulen al concurso. De los proyectos postulados, se van a seleccionar a las tres mejores soluciones, que serán implementadas y monitoreadas por el Programa de Inclusión Energética.
EBP Chile (empresa que contribuye al desarrollo sustentable en el país), EGEA (ONG que se encarga de expandir el conocimiento sobre Eficiencia Energética y Energías Renovables) y, la Red de Pobreza Energética, lanzaron este “Desafío de Inclusión Energética”, para que, desde la ciudadanía, nazcan ideas innovadoras, concretas, con impacto social y potencial de ser replicadas, que aborden estas problemáticas.
“Es muy importante trabajar de forma mancomunada, es decir, trabajar con empresas, el gobierno, la comunidad, ONG’S, y la academia, en soluciones que realmente puedan ser miradas desde distinto ángulo y que tengan impacto en la reducción de la pobreza energética”, comenta Rubén Méndez, quien además, asegura que: “la pobreza energética, es un desafío que tenemos que abordar como país, donde todos los actores relacionados al tema, debemos trabajar articuladamente y no en forma separada. La transición energética debe tener una mirada social e inclusiva”.